Calzado para la lluvia

Tipo de material

En primer lugar, hay que tener en cuenta el tipo de material del que está hecho el calzado que estamos escogiendo. Es decir, no es lo mismo, unas botas de ante (piel vuelta) donde la capa de material es más porosa y ligera, que unas botas de piel de vacuno (napa), donde el grosor de la piel es más alto y, por tanto, más resistente al agua.

En el caso de las botas de ante, o zapatillas deportivas textiles, existe la posibilidad de echarles un protector impermeabilizante que elabora una capa protectora y evita la penetración directa de las primeras gotas de lluvia, así como las manchas, con ello conseguimos una ligera protección.

Membrana impermeable

En segundo lugar, es importante conocer si el calzado para la lluvia que estamos escogiendo tiene membrana impermeable o no.

La membrana impermeable es una capa interna que se encuentra entre la piel exterior y el forro del calzado y que, por su tecnología, impide pasar el agua a través de ella.

Como seguramente conozcáis, la marca más importante y conocida a nivel internacional de este tipo de membranas es GORETEX.

Además de esta marca, han ido surgiendo nuevas tecnologías similares que se incorporan de la misma manera en el calzado y dan resultados estupendos en cuanto a la impermeabilidad.

Transpiración

En tercer lugar, no debéis olvidar la transpiración de los pes. Es decir, en cuanto un calzado es más impermeable, suele ser menos transpirable. Es decir, las pieles de calzado más ligeras y porosas, son también las más transpirables. Por eso, las pieles más ligeras se suelen utilizar en el calzado de verano y las más gruesas en el calzado de invierno.

Al conseguir mayor protección hacia el agua y el frío con pieles más fuertes, también perdemos un poco de transpirabilidad. De hecho, las membranas impermeables, aunque se consideran totalmente impermeables, dejan de serlo al 100% cuando garantizan la transpiración. Para que nos entendamos, un calzado que no deja pasar absolutamente el agua es lo que conocemos como una katiuska, chubasquera o bota de agua. Las katiuskas son botas (botines) de goma, totalmente estancos que garantizan 100% que no pase el agua. Se pueden sumergir en charcos o nieve, que nunca te mojarás los pies.

Si recordáis, las típicas botas de pescador, esas botas altas hasta la cintura, son auténticas chubasqueras, katiuskas que permiten a los pescadores sumergirse en el río sin que les entre nada de agua. En el mercado, según las tendencias de moda, surgen diferentes modelos de katiuskas, siempre y cuando sean totalmente de goma, nos garantizarán un 100% de impermeabilidad.